AUTOMATIZACIÓN: VENTAJA O AMENAZA

La implementación del machine learning, la inteligencia artificial y los sistemas neuronales artificiales, tienen el potencial para desafiar los mayores retos a los que nos enfrentamos como humanidad. Gracias a ello se abre la posibilidad de visualizar una realidad futura dominada por robots.

Una tendencia común de los seres humanos es la de entender las cosas, en este sentido comprender datos cobra valor para dar pie a una conversación sobre automatización, la cual ha existido desde el momento de la primera revolución industrial, cuando las máquinas ayudaban a las personas a mejorar la producción. Ello se ha transformado y ha traído al mundo grandes avances.

Hay estudios que comprueban que cerca de la mitad de los empleos y trabajos pudieran ser realizados por ordenadores, es decir, la automatización del trabajo, que contribuye a la efectividad de las industrias. Por ejemplo, en fotografía, los sistemas se están actualizando para permitir a las cámaras tomar la mejor foto por sí sola, a través del escáner del paisaje, la luz y los colores. Asimismo, ocurre con los procesos de compra, la edición de videos, animación, automóviles autónomos y otras tareas.

Esto ha llevado a la creación de personalidades como Shudu Gram, una modelo 3D, que hoy en día cuenta con más de 200.000 seguidores en Instagram. O el caso de Lil Miquela, una influencer robot que tiene 2.6 millones de seguidores en la misma plataforma digital.

Otro ejemplo es Hatsune, una estrella pop japonesa, con la particularidad de que no es igual a otros ídolos, se ha consolidado gracias a la tecnología. Esta cantante virtual, utiliza un software sintetizador de voz, llamado Vocaloid, que le permite reproducir sonidos artificiales. Fue lanzada en 2007 y desde entonces ha llenado conciertos, su fanaticada se ha incrementado y ha conquistado escenarios tanto de oriente como de occidente.

Una innovación culinaria es Cafe X, una empresa que crea robots y una plataforma de servicio de café automatizado. En este no existen baristas ni cajeros. Asimismo, existen asistentes digitales como Siri de Apple o Alexa de Amazon, quienes son capaces de emplear tareas por los seres humanos.

Hoy en día, atravesamos la cuarta revolución industrial. Cada vez generamos más información, debido al internet de las cosas y las compañías cuentan con millones de empleados que procesan esta información a través de un trabajo especializado, repetitivo y de datos, tres atributos que los ordenadores pueden obedecer ciegamente y sin cobrar por ello.

Junto a la automatización, se reducen los esfuerzos de nuestros procesos de trabajo, lo cual trae pros y contras en nuestras vidas, así como ocasiona una migración de empleos. Esto no quiere decir que las máquinas sustituirán el trabajo, pues la historia ha comprobado que las revoluciones industriales acaban con empleos, pero crean cientos de nuevos puestos de trabajo, ya que estos dispositivos inteligentes necesitan personas que diseñen, supervisen, gestionen los programas, algoritmos y tomen las mejores decisiones.

Una máquina necesita nutrirse de la experiencia humana. Es por ello que no se deben descuidar los procesos manuales, empíricos, realizados con un fin emocional y valor humano. Habilidades esenciales o “blandas” humanas, como la comunicación, la empatía, la negociación, la interacción entre humanos, el pensamiento crítico, la coordinación, la inteligencia emocional, la capacidad de resolver problemas, el juicio y la orientación, para afrontar el futuro de una manera profesional, no pueden ser automatizadas.

Muchas áreas tienen un gran valor gracias a las habilidades de las personas, por eso también se refuerzan las profesiones. Los grandes inventores, han aprendido de distintas áreas y las han combinado para lograr el éxito y hay pruebas de que los equipos que combinan distintos perfiles funcionan de manera exitosa.

El mundo se debería plantear qué pasaría si los procesos tradicionales se cambiaran a automatizados, sabiendo esto, las personas se tendrían que reinventar para no perder sus empleos.

Para ello las personas deben prepararse, los seres humanos necesitan estímulos y emociones para generar la dopamina que ayuda a aprender y relacionarse. Somos capaces de manejar lo impredecible, a diferencia de los robots que no pueden improvisar, podemos especializarnos en diversas áreas y vincularlas, cosa que grandes genios nos han demostrado. Además, tenemos pensamiento crítico, de donde surgen ideas y avances increíbles.

En la medida en que se eliminen los procesos que a las personas nos pueden costar más que a las máquinas, los profesionales tendrían más tiempo y oportunidades para crear y llevar a cabo propósitos singulares.

Si retrocedemos unos años, nos daremos cuenta que las expectativas de vida aumentaron cuando mejoramos muchos aspectos como sociedad, gracias a las revoluciones industriales junto al trabajo de los seres humanos.

Pasamos una gran cantidad de nuestro tiempo preparándonos y capacitándonos para trabajar, sin pensar en que nos enfrentamos a un mundo cada vez más automatizado. Los ordenadores tienen ventajas en las tareas especializadas, repetidas y de datos y no tenemos certeza de cómo serán las máquinas en el futuro, pero las habilidades humanas nunca cambiarán ni se comparan con ello.

Hoy en día es indispensable ir de la mano con estos avances, no tener miedo al cambio, tener perfiles únicos, diferenciadores, capaces de reinventarse, adaptarse a nuevos entornos y con la intención de aprender cosas nuevas, para no quedar obsoletos. Siempre recomendamos aprender. Desde Ciexpro te invitamos a desarrollar tus skills y lograr el éxito.

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