MI MADRE, HÉCTOR LAVOE Y MI GENTE

Mi madre, de 91 años, siempre ha sido amante de la música. Desde su infancia, en su tierra natal de Mérida, le gusto cultivar el canto como un pasatiempo. Su afición por el canto la llevó a participar en programas radiales que le brindaban oportunidad a infantiles y juveniles voces de demostrar sus cualidades.

A veces, cuando se pone a cantar, suele interpretar alguna canción de aquel entonces.

Mi madre tiene unos ojos verdes, una voz de arroyo de la Sierra Nevada y un cutis de frailejón.

Ya no tiene el mismo timbre de voz, tanto su canto como sus recuerdos se han encanecido.

¨Soy de los andes, soy todo corazón, soy como el ruiseñor que canta y es feliz¨, es una estrofa musical que en tiempos pretéritos salía orgullosa de su garganta y hoy es nostalgia.

A mi madre le gusta escuchar música, sobre todo la música de su tiempo, boleros, sones, guarachas, merengues, pasajes, rancheras, tangos, joropos, pajarillos, baladas, cumbias, salsa, en fin, música.

Ahora, cuando escucha música y recuerda la letra de alguna canción, trata de cantarla acompañando el ritmo con las palmas de sus manos.

Hay muchas voces que le son familiares, Alfredo Sadel, el Trio los Panchos, Celia Cruz, Nat King Cole, Felipe Pirela, Carlos Gardel, Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís, José Luis Rodríguez, Cheo Feliciano, Soledad Bravo, Cheo García, Daniel Santos, Tito Rodríguez, Ismael Rivera, Sara Montiel, Rocío Durcal, entre tantas voces.

Pero con frecuencia, cuando tiene la oportunidad de escuchar y cantar música, hay dos piezas musicales y un cantante al que recurre: ¨El Todopoderoso¨ y ¨Todo tiene su final¨, en la voz de Héctor Lavoe.

Hay algunas coincidencias en las vidas de mi madre y la de Héctor, ambos eran del campo, fueron migrantes y eran conocidos por nombres que no eran sus nombres originales, mi madre fue registrada como María del Rosario, pero se le conoce como Mercedes y Héctor Lavoe era realmente Héctor Pérez. Todos tenemos coincidencias en la vida.

Mi madre nunca llego a conocer a Héctor Lavoe, ese hombre ¨flaco, feo y desaliñado ¨, según palabras de Willie Colon, y para Héctor Lavoe mi madre seguramente estaba perdida entre la multitud que él llamaba mi gente: ¨lo más grande de este mundo, siempre me hacen sentir un orgullo profundo¨.

Héctor logró cumplir su sueño de ir a Nueva York, mi madre lo más cerca que estuvo de Nueva York fue a través de una pantalla de cine donde pasaban la película ¨El gran gorila¨.

El Poeta de la calle, como lo llamó Willie Colon, tenía una voz nasal, que se hizo profesional desde su adolescencia. Cesar Miguel Rondón lo describe: ¨malandro y pendenciero, jugando con una modulación muy callejera de las vocales, alargando todas las frases finales en los montunos, y haciéndose de ciertos trucos que con el tiempo se harían legítimos, bien podría considerarse como novedoso para la época¨.

Mi madre perteneció a una generación que bailó bajo los compases de las grandes orquestas, herencia de la música bailable norteamericana, caso Billos Caracas Boys y Los Melódicos en Venezuela. Cuando Héctor Lavoe incursiona, en el año 1967, en plan grande en el mundo del canto popular, ya las grandes orquestas, como las de Pérez Prado y Tito Rodríguez, estaban de salida.

Eran tiempos nuevos, con un nuevo sentido del acompañamiento musical, con nuevos compositores y con el surgimiento de un icono del canto popular llamado Héctor Lavoe, para sus cultores ¨El Cantante de los cantantes¨.

La música para los grandes salones de baile es desplazada por la música para ser disfrutada en los barrios, con sentimiento y raigambre del barrio, sentida tanto en Nueva York como en cualquier ciudad latinoamericana.

Se van a dar cambios en el número de músicos que van a integrar los grupos musicales, en la prevalencia de algunos instrumentos musicales sobre otros

y sobre la dirección y el publico al que va a estar dirigida la música popular, ese género que va a ser conocido como ¨la salsa¨.

Pero todas las innovaciones van a descansar sobre tres aspectos básicos:

_ La búsqueda permanente de una identidad cultural propia

_ Una apuesta a lo genuino, contenida en una especie de crónica de la vida en el barrio.

_ Un contenido cargado de emocionalidad y sentimientos, hecho música bailable.

Mi madre tiene una simpatía manifiesta por la pieza ¨El Todopoderoso¨, cantada por Héctor Lavoe y que formó parte de un álbum titulado La Voz, del año 1975, su primera grabación con orquesta propia, bajo el sello disquero de La Fania.

Es una canción con un hondo sentido religioso, de allí la simpatía de mi madre con la canción, ya que despierta en ella ese sentimiento, ese acto de fe que siempre le ha acompañado: ¨ Todopoderoso es el Señor, es el que todo lo puede, es el que todo lo ve, no conoce el egoísmo ni actúa de mala fe¨.

Lo particular de esta canción es que se diferencia de otras composiciones del género, que suelen tratar el tema de lo religioso desde el ámbito de la santería.

A los oídos de mi madre, la voz de Héctor es una voz familiar y alegre que le canta a su Dios católico, el de más del setenta por ciento de la población de habla hispana.

La otra pieza es ¨Todo tiene su final¨, del álbum musical de 1973, titulado ¨Lo mato¨, que contiene otras composiciones, como: ¨Calle luna, calle sol¨, y ¨El día de mi suerte¨, entre otras.

A sus 91 años, el tema de esta canción le es próximo: ¨Todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que recordar que no existe eternidad¨. Se me antoja que es una manera suya de asumir el destino inexorable. ¨Cuanta verdad hay allí, me comenta, dicha con mucha música, pero con los pies en la tierra¨, y levanta la mirada con la intención de seguir la dirección de sus palabras.

Mi madre no sabe que Héctor Lavoe tuvo un intento de suicidio, que llevó una vida llena de tragedias y de desengaños, y que la intensidad con que vivió su vida lo condujo al consumo de drogas y de allí a la muerte. Ella tan solo cuando oye sus canciones las repite porque le dicen algo, escucha el coro de la canción Mi Gente y tararea: ¨la, la, la, la, la, la, la, la¨.

CONTENIDO MULTIMEDIA

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat