Vivimos en una era en la que un solo click nos separa de cosas increíbles, gracias a la capacidad que tienen modelos con redes neuronales artificiales; una conceptualización de cómo funciona una neurona real.
Para la década de 1970, las computadoras empezaron a utilizarse en la educación, posteriormente, después de 1982, varios estudios en Estados Unidos, mostraron que estudiantes que recibieron tutoría humana individual obtuvieron mejores resultados que los estudiantes que no la recibieron. Esto originó la intención de trabajar en este tipo de atención personal, a través de máquinas. El resultado de esto se puede ver hoy en día en sistemas de aprendizaje adaptativos que vemos en cualquier rincón del mundo.
Hoy en día existe un fenómeno, a veces imperceptible y cada vez más presente en nuestras vidas, capaz de aprender nuevas cosas, reconocer y asociar elementos como lo hacen las personas: la Inteligencia Artificial (IA), una simulación de procesos de inteligencia humana realizados por máquinas, usando razonamientos que les permiten autocorregirse y llevar a cabo tareas de manera automática. De esta forma, las máquinas pueden interactuar de una manera similar a la de los seres humanos.
Recientemente, se han realizado esfuerzos por mejorar el uso de los programas de tecnología para que sean más efectivos y generen un gran impacto en el aprendizaje, lo que comprueba que la IA posibilita la mejora en la educación de todos los niveles, así como proporciona la personalización y fortalece el uso de herramientas digitales, centrándose en las materias en las que los alumnos tienen más dificultades, ayudando en su rendimiento y a que tengan la oportunidad de aprender y crecer. Esto, manejando datos para llegar a un diagnóstico capaz de analizar las alternativas que están siendo más efectivas en el proceso de conocimiento.
Todos los alumnos tienen velocidades, inclinaciones y habilidades diferentes en el proceso de aprendizaje. La IA contribuye a este desarrollo, con el fin de que sea de interés y con un desempeño individual. Enseña con una intención, enfocando las carencias y fortalezas particulares para superar las debilidades y transformando la educación en una actividad dinámica para los estudiantes.
Expertos afirman que la IA transformará la educación en el siglo XXI, aún no se puede predecir el resultado, sin embargo, consideran que puede ayudar a profesores a promover intereses y fortalezas en los estudiantes, con la posibilidad de minimizar la tendencia hacia el aprendizaje estandarizado, ya que éste podría traer como consecuencia una preparación inadecuada que no les permitirá adaptarse a los nuevos entornos laborales en un mundo que se transforma diariamente con la tecnología.
En los últimos años, China ha invertido en el aprendizaje a través de IA, lo que ha llevado a que hoy en día muchos estudiantes de aquel país utilicen distintas herramientas que facilita la IA para su enseñanza, tales como tutorías, plataformas de aprendizaje digital o aulas principales. Es uno de los países pioneros en experimentar la IA para transformar la metodología de su enseñanza y llevarla a escalas internacionales.
Zhou Yi, un estudiante de este país, con deficiencias en el área de las matemáticas, decidió probar éste método, que llegó a su escuela a través de una compañía llamada Squirrel AI, la cual estaba prometiendo tutoría personalizada. Zhou Yi había probado los servicios de tutoría antes, pero este era diferente: en lugar de un maestro humano, un algoritmo de IA guiaría sus lecciones. El chico de 13 años decidió intentarlo. Al final del semestre, sus puntajes en las pruebas habían aumentado del 50% al 62.5%. Dos años después, este estudiante que no se atrevía siquiera a cursar estudios universitarios, confirma que obtuvo un 85% en su examen final de secundaria.
La compañía Squirrel AI, ganadora de grandes premios y elogiada por el vicepresidente de educación de Apple, busca ayudar a los estudiantes con una tutoría personalizada a través del uso de un algoritmo de Inteligencia Artificial. Esta organización, junto a la Universidad Carnegie Mellon, abrió un laboratorio de investigación, con el fin de estudiar el aprendizaje personalizado y exportarlo internacionalmente. Su estrategia ha logrado un crecimiento importante en los últimos cinco años y planean conseguir su objetivo de seguir expandiéndose alrededor del mundo para promover el aprendizaje a través de IA.
El auge de la educación con IA en China se ha propiciado gracias a incentivos y privilegios para mejorar su gestión, el aprendizaje, la formación de maestros y otros aspectos en las empresas que desarrollan la IA. Además de ello, la competitividad en China es determinante, pues sus habitantes se esfuerzan por estudiar y mantener un buen rendimiento académico, confiando en las virtudes que otorga la tecnología. Los expertos del país tienen un gran dominio de la data para mejorar sus algoritmos, lo que facilita las cosas en un país con tantos habitantes.
Expertos indican que la IA mejorará la calidad de vida de la humanidad, como otros afirman que será uno de los mayores riesgos, pero más allá de ello, asumiendo las consecuencias que esto pueda traer, podría ser una herramienta que nos abra grandes puertas al desarrollo de la humanidad.
Estos algoritmos inteligentes capaces de captar datos para llegar a conclusiones, automatizar procesos y aportar soluciones, están logrando que lo que en un tiempo parecía ciencia ficción, hoy en día sea realidad.
La IA está siendo aplicada a diversos ámbitos, incluso al de la salud, aportándole muchos avances. Con la situación mundial que ha traído el Covid-19, investigadores están desarrollando modelos a través de esta tecnología, que puedan comprender el comportamiento del virus alrededor del tiempo y puedan hacer predicciones posibles sobre la epidemia. Existe un sinfín de posibilidades para el futuro con este sistema inteligente. Ha llegado un nivel en que ya existe un androide con IA avanzada, llamada Sophia, desarrollado por la empresa con sede en Hong Kong, Hanson Robotics, que ha recorrido el mundo entero y ha recibido la ciudadanía saudí, es capaz de sostener una conversación fluida, formar opiniones y expresar emociones a través de sus gestos, tiene capacidad de reconocimiento facial, de comprender datos visuales y aprender de sus interacciones con los seres humanos, aunque no sienta emociones de la misma manera que nosotros.
Esta tecnología potenciará las virtudes de la humanidad y en Ciexpro nos encontramos explorando las vías que permitan su incorporación en el aprendizaje disruptivo, pues es fundamental en nuestras propuestas para alcanzar el futuro que queremos construir.
